A dos siglos del descubrimiento de Hans Christian Oersted

Por Francisca Soto

 
Corría el año 1820 en Dinamarca y el destacado científico danés, Hans Christian Oersted (1777-1851) realizaba una demostración académica en su clase con un circuito eléctrico cerca de una brújula magnética. En medio de la exposición, cuando Oersted se dio cuenta que la aguja de esta podía ser desviada producto de una corriente eléctrica, comprobó de manera experimental la relación física entre la electricidad y el magnetismo.
 
Ese fue el punto de partida para el estudio del electromagnetismo. El académico del Departamento de Física, Norman Cruz, es enfático en señalar que este hito científico detonó todo un cambio en cómo se concebía la ciencia. 
 
“El puntapié que dio este experimento fue muy importante, porque por primera vez se entendía que estas dos fuerzas no estaban desconectadas, sino que había una conexión entre ellas. La física posterior, de la mano de Michael Faraday, fue
demostrando a su vez que las variaciones de los campos magnéticos producíancorrientes eléctricas”, comentó. 
 
Posterior al hallazgo de Oersted, un sinnúmero de físicos comenzaron a darle mayor sustento teórico. Entre ellos destacó James Clerk Maxwell, quien luego de décadas de investigación, unificó los fenómenos electromagnéticos en cuatro grandes ecuaciones por primera vez en el año 1873, bajo su obra “A treatise on electricity and magnetism”.
 
El académico de la USACH explica que el campo electromagnético es una fuerza que se manifiesta como una fuerza eléctrica o magnética. “Es una única fuerza, pero que puede tener estas dos propiedades. Fue una de las grandes unificaciones de la física. Produjo muchas consecuencias conceptuales. De hecho, la teoría de la relatividad nace básicamente de las leyes del electromagnetismo” detalló. 
 
Otro campo de estudio de la física que se vio beneficiado a partir del descubrimiento del físico danés, fue el de la luz. 

“Fue fundamental para entender todas las propiedades de la luz y su interacción con la materia, porque antes de eso, la luz era objeto de la óptica. Con el electromagnetismo, toda la óptica se redujo a propiedades electromagnéticas dadas por las ecuaciones de Maxwell”, comentó.

Oersted en el siglo XXI

Concebir la vida tal como la conocemos podría resultar bastante difícil si la comunidad científica no hubiese llegado al concepto de electromagnetismo. Los electrodomésticos más básicos no existirían y las necesidades más esenciales como la alimentación, transporte, o entretención, tendrían que ser cubiertas de otras maneras menos eficientes.

El académico Norman Cruz aclara que t odo motor eléctrico es una aplicación en la que se produce trabajo en base a electricidad. “El magnetismo está en los circuitos que uno usa en las memorias electrónicas. Usamos distintos tipos de aparatos eléctricos y todo eso derivó de estos descubrimientos. Por ejemplo, los condensadores se ocupan en aparatos de todo tipo. Lo mismo un parlante, un sistema que traduce vibraciones eléctricas o impulsos eléctricos en sonido. Todo esto sirve de base para las comunicaciones. En este siglo, nuestro mundo es un mundo eléctrico” dijo. Como suele ocurrir en la producción de conocimiento, el descubrimiento de Oersted, con el paso de las décadas, significó un aporte a otras áreas de estudio de las ciencias.

¿Una de ellas? La geofísica. “La Tierra es un imán y ese imán se produce por corriente eléctrica interna. Nuevamente vemos que una corriente eléctrica puede producir un campo magnético, que en el fondo sería lo que descubrió Oersted”, mencionó.

Ciencia y humanidades

Volviendo al siglo XIX, Hans Christian Oersted además de ser científico inquieto, era un ávido estudioso de la filosofía, lo que fue determinante para llegar a la reflexión que desembocó en el descubrimiento. 

El profesor Cruz, quien además es docente del Magíster en Filosofía de las Ciencias de la Facultad de Filosofía, comentó que el físico danés estuvo muy inspirado en la filosofía de Kant. “Incluso tiene escritos donde se orientaba en ese sentido. Una de las cosas que tenía la filosofía de Kant en alguno de sus escritos relativos a la naturaleza digamos, es que él pensaba que básicamente la naturaleza debería describirse por fuerzas de atracción y repulsión” expresó. 

Además agregó que “ Él pensaba que estas dos fuerzas deberían estar en la base de cualquier fuerza que uno viera en la naturaleza. Le llevó también a tener una filosofía en que la naturaleza debía presentarse en forma comunitaria. Pese a que uno ve mucha fuerza, estas deberían ser como manifestaciones de una sola fuerza. ”

Cruz piensa que gracias a su interés por la filosofía, Oersted reflexionó que la fuerza de la naturaleza no deberían estar desconectadas unas de otras, sino que deberían tener relación. Esta inspiración habría sido el puntapié inicial para encontrar una conexión entre la fuerza eléctrica y magnética. 

“Hay varios estudiosos de la historia de las ciencias que han establecido esta relación. Incluso han dicho que este no fue un experimento casual. Sino que de alguna forma andaba detrás de encontrar algo que permitiera una relación entre estas dos fuerzas. Es bien interesante porque en realidad detrás de muchos descubrimientos científicos hay una visión previa. Una búsqueda de algún tipo de unidad en la naturaleza”, cerró Cruz.

 

 

 
Tras el descubrimiento que marco un antes y un después en el estudio de la fuerza eléctrica y magnética a nivel mundial