Investigadora del Plantel estudia el comportamiento de la magnetosfera y sus repercusiones en el planeta
La interacción entre el viento solar y cualquier planeta que contenga campo magnético, como la Tierra, crea lo que se conoce como magnetósfera, la cual se encuentra por encima deuna capa superior de la atmósfera terrestre denominada ionosfera, conocida generar diferentes fenómenos que influyen en la vida de las personas.
Por esta razón, el estudio de la dinámica de la magnetosfera resulta un trabajo pertinente y con un impacto directo en la vida de las personas, pues la actividad solar es responsable de los cambios climáticos producidos en el planeta, generando impactos negativos en una variedad de actividades humanas.
Para la Dra. Mariana Stepanova, del Departamento de Física de la Universidad de Santiago de Chile, un ejemplo de aquello es el estudio de fenómenos naturales que busca diferenciarlos de aquellos producidos por el hombre. Por ejemplo, “la magnetosfera, funciona como un escudo de partículas de alta energía que proviene de distintos orígenes, siendo uno de ellos el viento solar. Una vez atravesada la atmosfera se produce una ionización –separación de un átomo de un ion o electrón-, creando fuentes de condensación en la atmósfera, llevando así a la mayor nubosidad, que a la vez cambia el balance de la luz absorbida y reflejada por la Tierra.”, explica Stepanova.
Fondecyt
Bajo un Fondecyt denominado “Equilibrium and non-equilibrium processes in space plasmas and the solar-wind-magnetosphere-ionosphere interactions”, la Dra. Marina Stepanova de nuestra Casa de Estudios, en conjunto a Marcos Díaz y Juan Alejandro Valdivia de la Universidad de Chile; Alberto Foppiano y Elías Ovalle de la Universidad de Concepción, se encuentran trabajando primordialmente en la Antártica chilena para detectar las variaciones del planeta cuando la actividad solar influye en la magnetosfera.
La Dra. Stepanova explica que “este fenómeno puede ser estudiado desde la Antártica debido a que ahí existe una conexión directa entre la magnetósfera y la ionósfera a través de las corrientes eléctricas alineadas al campo magnético terrestre. Estas corrientes son producidas por los flujos de electrones provenientes de la magnetósfera que ionizan aún más la ionósfera, creando un fenómeno magnificente conocido como aurora boreal en el hemisferio Norte o auroral Austral en el hemisferio Sur. Estas auroras se intensifican durante el desarrollo de las tormentas geomagnéticas que son el resultado de la intensificación de la corriente de anillo alrededor del planeta”. Agregando que “durante las tormentas magnéticas se crean grandes perturbaciones de campo magnético terrestre que se puede observar en cualquier parte del planeta, pero especialmente cerca del ecuador, utilizando los magnetómetros instalados en la superficie terrestre”.
De manera particular, Chile posee una red de magnetómetros ubicados estratégicamente de Arica a Magallanes, con el objetivo de rastrear las variaciones del campo geomagnético, por lo que, de esta manera es posible reconocer cómo estos cambios afectan al cambio climático, la navegación web y a cualquier espectro que deba atravesar la ionosfera en nuestro país.
Así, los datos de los diferentes magnetómetros localizados a lo largo de la costa chilena son analizados por un equipo interdisciplinario de investigadores nacionales y norteamericanos, a través de South-American B-field Array (SAMBA), apoyados por la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos, el Instituto Antártico Chileno (INACH) y FONDECYT.
En definitiva, resalta la investigadora “resulta importante estudiar la magnetosfera debido a que, este escudo que se forma alrededor de la Tierra es uno de los factores naturales quemodela el clima en cualquier planeta, siendo muy importante saber distinguir entre los factores naturales y los factores antropogénicos para poder predecir cómo sería el cambio climático en el futuro.”
Por Alexia Bórquez B.